jueves, 16 de abril de 2009

Un lindo poema...REIR LLORANDO

Este poema hace mucho alguien me lo dedico para que no hiciere lo mismo pero fue algo tarde el consejo, es duro superar esta tonta enfermedad que para suerte de muchos es muy rara en este lugar y tiempo.Espero que os guste este poema tanto como a mi y que sean afortunados como para nunca padecer de este no sentir en absoluto..
Juan de Dios Peza
REÍR LLORANDO
Viendo a Garrik —actor de la Inglaterra—
el pueblo al aplaudirle le decía:
«Eres el mas gracioso de la tierra
y el más feliz...»
Y el cómico reía.
Víctimas del spleen, los altos lores,
en sus noches más negras y pesadas,
iban a ver al rey de los actores
y cambiaban su spleen en carcajadas.
Una vez, ante un médico famoso,
llegóse un hombre de mirar sombrío:
«Sufro —le dijo—, un mal tan espantoso
como esta palidez del rostro mío.»
Nada me causa encanto ni atractivo;
no me importan mi nombre ni mi suerte
en un eterno spleen muriendo vivo,
y es mi única ilusión, la de la muerte».
—Viajad y os distraeréis.—
¡Tanto he viajado!
—Las lecturas buscad.—
¡Tanto he leído!
—Que os ame una mujer.—
¡Si soy amado!
—¡Un título adquirid!—
¡Noble he nacido!
—¿Pobre seréis quizá?
—Tengo riquezas—
¿De lisonjas gustáis?—
¡Tantas escucho!
—¿Que tenéis de familia?
—Mis tristezas—
¿Vais a los cementerios?
—Mucho... mucho...—
¿De vuestra vida actual, tenéis testigos?
—Sí, mas no dejo que me impongan yugos
;yo les llamo a los muertos mis amigos;
y les llamo a los vivos mis verdugos.
—Me deja —agrega el médico— perplejo
vuestro mal y no debo acobardaros;
Tomad hoy por receta este consejo:
sólo viendo a Garrik, podréis curaros.
—¿A Garrik?—
Sí, a Garrik...
La más remisay austera sociedad le busca ansiosa;
todo aquél que lo ve, muere de risa:
tiene una gracia artística asombrosa.
—¿Y a mí, me hará reír?—
¡Ah!, sí, os lo juro,
él sí y nadie más que él;mas... ¿qué os inquieta?
—Así —dijo el enfermo— no me curo;
¡Yo soy Garrik!... Cambiadme la receta.
¡Cuántos hay que, cansados de la vida,
enfermos de pesar, muertos de tedio,
hacen reír como el actor suicida,
sin encontrar para su mal remedio!
¡Ay! ¡Cuántas veces al reír se llora!
¡Nadie en lo alegre de la risa fíe,
porque en los seres que el dolor devora,
el alma gime cuando el rostro ríe!
Si se muere la fe, si huye la calma,
si sólo abreojos nuestra planta pisa,
lanza a la faz la tempestad del alma,
un relámpago triste: la sonrisa.
El carnaval del mundo engaña tanto,
que las vidas son breves mascaradas;
aquí aprendemos a reír con llanto
y también a llorar con carcajadas.
//

1 comentario:

santidad a Jehová dijo...

esta padre tu blog, buen contenido saludos

Premios GRAX!!!!! a todosss